Monday, September 11, 2006

Periodistas


“Por lo menos 10 periodistas del sur de Florida, incluyendo tres de El Nuevo Heraldo, recibieron pagos regulares del Gobierno de los Estados Unidos por programas en Radio Martí y TV Martí, dos emisoras que apuntan a socavar el gobierno comunista de Fidel Castro. Los pagos totalizaron miles de dólares sobre varios años.”
Así comienza una nota del Miami Herald, que suministra la nómina de los “periodistas” involucrados. Los tres periodistas del Nuevo Heraldo que recibían pagos del Gobierno de EE.UU. fueron echados cuando se hizo pública la lista.
La información fue obtenida de fuentes oficiales, a través de una solicitud invocando el Acta de Libertad de Información, una fisura que no van a tardar en tapar, tal como vienen las cosas. Las emisoras de radio y televisión mencionadas son propiedad del gobierno de EE.UU., e irradian hacia Cuba desde un avión Hércules C130, fuera de las aguas territoriales norteamericanas, ya que las leyes prohíben este tipo de propaganda en territorio nacional. La misma triquiñuela que se emplea para torturar a los musulmanes sospechosos de terrorismo: como está prohibido, lo hacen en Guantánamo o en algún país amigo, como Polonia o Hungría, países que parecen estar condenados a ser eternos satélites de alguna superpotencia. Supongo que como los norteamericanos son tan eficientes, los libretos o lineamientos básicos de los programas irradiados son elaborados por expertos en guerra sicológica de la CIA u otro organismo similar.
Y quién estaba en esa lista de “periodistas” incentivados?
Nada menos que el Sr. Juan Carlos Cao, periodista del canal 41 de Florida, el tipo que armó un despelote en Córdoba cuando Castro descendió del avión. Despelote del cual se prendieron el resto de los movileros, siempre tan prestos a pasar las cosas en vivo y en directo, y luego, tomado por muchos comentaristas “top”, que criticaron la áspera respuesta de Castro: “Y a ti quién te paga?”. Por supuesto, una mala respuesta para un periodista, pero bastante suave para un provocador a sueldo de Condolezza, Condy para los amigos. Este tipo me había llamado la atención, simplemente mirando un noticiero televisivo, y luego viéndolo en un programa de Grondona. Supongo que para los periodistas en serio saber o intuir quién era Cao era bastante más fácil que para mí.No es aventurado pensar que el Departamento de Estado tiene también, aquí en nuestro país, algunos periodistas subvencionados, muy bien ubicados. Es toda una aventura intelectual intentar adivinar quienes son, por lo que dicen o dejan de decir. Y alguna vez, si la memoria no me es infiel, el Presidente Kirchner dijo que la Side pagó sueldos a un número bastante numeroso de periodistas en los ‘90. No ventilar sus nombres puede ser interpretado como una especie de extorsión. Gerardo Young, en su libro “Side. La Argentina Secreta” tira algunas pistas interesantes.

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