Monday, November 03, 2008

Obama

Los sondeos dan una ventaja de alrededor de 7 puntos a Obama sobre el candidato republicano en las elecciones. Que esta ventaja se concrete en las urnas es otro cantar. La secreta esperanza de los republicanos amigos de Bush es que prime la fuerte tradición racista de los WASP en el momento del voto.
La victoria de Obama en las primarias sobre Hillary Clinton (paloma con garras de halcón), la baja popularidad de Bush en el final de su mandato y la ventaja de los demócratas en los sondeos parecen dar algún indicio de que el pueblo de USA quiere cerrar la puerta del infierno abierta en el 2001. Pero los demonios ya han salido y hacerlos volver a su lugar es una tarea titánica, aún cuando Obama se lo proponga seriamente. Además, los presidentes demócratas no son necesariamente garantía de paz y justicia: John Kennedy dio el ok a la invasión de Cuba en Bahía de Cochinos e hizo rociar con dioxina a Vietnam. Bill Clinton impuso un bloqueo a Irak que, se estima, causó la muerte de cerca de medio millón de niños, víctimas de inanición y enfermedades infecciosas causadas por el bombardeo de plantas potabilizadoras. Su secretaria de Estado Madeleine Albrigth opinó, en “60 minutos”, que estaba de acuerdo con el costo del bloqueo. Ahora Madeleine apoya a Obama y es su asesora en seguridad nacional.
En ciertas cuestiones, las diferencias entre demócratas y republicanos son sutiles variaciones de matices.
Pero si Obama llega a la presidencia e intenta algún cambio inconveniente, puede ser el blanco de la bala mágica de algún asesino solitario, como Kennedy, o morir de un ataque cardíaco al poco tiempo de asumir como Juan Pablo I. Quienes realmente manejan el poder en el Norte son tolerantes, pero no demasiado.
Lo que puede ocurrir a partir de mañana y hasta que asuma el nuevo presidente preocupa a alguna gente. Jonathan Freedland, ex corresponsal del Guardian en USA, publicó un artículo muy interesante. Dice que a partir de mañana se entra en una zona penumbrosa, “ en ese extraño agujero negro en el tiempo y el espacio político, que ocurre una vez cada cuatro años”, ya que habrá dos presidentes en los EE. UU., uno electo y otro en el poder, desde el 5 de novienbre hasta el 20 de enero. En ese lapso, Bush podrá ejercer el poder de la forma más libre posible, y puede hace lo que quiera, ya que no volverá a estar frente a lo votantes nuevamente, ni puede dañar las perspectivas del candidato republicano. Este temor ha recrudecido frente a la incursión de fuerzas de USA en territorio sirio hace unos días, en lo que puede considerarse técnicamente un acto de guerra.

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